miércoles, 19 de junio de 2013

Corte 7

¡Hola visitantes!
Por fin ha llegado el final de <<Cortes>>.
Ahora podréis saber el desenlace final de esta historia. Espero que si alguien la ha leído, le haya gustado.^^


Corte 7: Heiji.

 
<<Mis manos>> pensó Heiji cuando vio la piel blanca y estirada en torno a los reposa brazos de la silla. Los soltó y las movió hasta que sintió al calor de la sangre fluyendo a través de ellas.

Se puso en pie y se movió por la sala sin saber a dónde mirar o qué hacer.

Todo había sido tan rápido y caótico que sentía como si su cerebro todavía estuviera asimilando el principio.

<<Lucia ha tenido un accidente>> pensó una vez más <<Se ha caído por las escaleras>> continuó <<Ahora está en el hospital>> Se pasó una mano por los ojos cuando notó que éstos se le nublaban <<Tú estás en una sala del hospital esperando a los médicos>> Las manos estaban ya tan calientes que ahora le sudaban <<No sabes si está bien o si le ha pasado algo malo>>

Sacudió la cabeza y se acercó a un ventanal de cristal que daba al pasillo del hospital. Veía a los enfermeros y doctores pasar de aquí para allá ajenos a su dolor. Las lámparas amarillentas arrojaban una luz enfermiza sobre las camillas y los pacientes que se paseaban cargando con sus goteros.

Le llegaban sus gemidos y sollozos ahogados mezclados con los pitidos intermitentes de maquinas.

Se giró hacia la habitación sintiendo que la respiración empezaba a atragantársele en el cuello. Intentó aflojarse la corbata del uniforme para poder respirar y miró el resto de la habitación.

Vio batas a medio colgar en una silla que se arrastraban por el suelo, papeles desordenados por los rincones, una vieja televisión que sólo mostraba interferencias. Toda la sala estaba impregnada de ese olor típico de los hospitales que se le metía por la nariz y no dejaba pasar al aire.

Se apoyó en la mesa con una mano. El corazón le palpitaba tan fuerte que oía el eco de sus golpes en el pecho.

<<Me ahogo>> pensó asustado. El aire no llegaba a sus pulmones. No podía respirar. Le entró el pánico y creyó por un instante que iba a morir. Se resbaló hasta la silla y bajó la cabeza. Todo le daba vueltas.

<<Lucia… Lucia…>>

No. Tenía que aguantar.

¿Y si ella se despertaba y él no estaba? Tenía que estar ahí cuando ella se recuperara. Porque se recuperaría. Ella era fuerte, mucho más valiente que él así que… estaría bien.

Se centró en esa idea y trató de respirar. Se esforzó en coger aire y en condurarlo en su interior, se obligó a dejarlo salir todo lo despacio que podía. Y repitió la operación varias veces hasta que sintió que la sensación de ahogo empezaba a desaparecer.

-¿Te encuentras bien, chico?-

Heiji levantó la vista. Un médico acababa de entrar pero no se había dado cuenta. Asintió con dificultad y notó el rostro empapado en sudor helado.

-Soy el doctor Nakamura, he tratado a Lucia- le indicó.

-¿Está bien? ¿Cómo está ella? ¿Se pondrá bien?- El doctor abrió más los ojos, sorprendido y levantó las manos.

-Está bien- respondió a toda prisa.- Lucia ha sufrido un golpe en la cabeza y perdió el conocimiento pero fue bastante superficial. Le hemos hecho pruebas y el cerebro está bien. Pronto despertará.- Heiji suspiró y dejó su cuerpo colgando de la silla. Se frotó el rostro, el pecho todavía le dolía pero el corazón le estaba dando una tregua.- Debido a la caída los peores golpes han ido a parar a las costillas y a la espalda, pero afortunadamente no tiene nada roto.-

Heiji sonrió. Estaba bien… estaba bien… Levantó la vista, algo más tranquilo.

-¿Cómo está el bebé?- preguntó.- Lucia está embarazada.- El doctor se tocó el cuello mientras se sentaba en la mesa frente a él.

-Lo sé. Da la casualidad de que Lucia vino esta mañana a por los resultados y yo mismo le di la noticia- le dijo. Se removió en la silla y miró al chico que tenía frente a sí. Dudó, pero en seguida recompuso su expresión de seriedad.- Lo siento. Pero al caer también se golpeó el vientre y el bebé… no ha podido resistirlo. Era muy pequeño.-

Heiji sostuvo la mirada del médico hasta que la idea caló en su cerebro y tuvo que apartarla. El bebé… después de todo lo que había ocurrido, el bebé ya no estaba.

No podía creerlo.

-Pero ¿Qué ha pasado?- preguntó Heiji.- ¿Cómo ha podido pasar esto?-

-La policía tiene a un testigo que dice que alguien empujó a Lucia por las escaleras- le reveló. Heiji dio un respingo.

-¿Qué alguien la empujó?- repitió.- Pero, no… no es posible. ¿Quién haría algo así? ¿Por qué?-

-Al parecer Lucia se paró en mitad de las escaleras, donde éstas hacían una curva y otra persona bajaba a toda velocidad. Chocaron y Lucia cayó al no poder mantener el equilibrio. Los policías creen que fue un lamentable accidente.-

¡¿Lamentable accidente?!

-Pero ¿Quién lo hizo? ¡¿Quién fue?!- exclamó Heiji furioso.

-El testigo no está seguro pero…-

-¡Pero ¿Qué?!-

-Cree que se trataba de otra joven. De pelo oscuro que le tapaba parte del rostro.- Contó el médico.- Cuando Lucia cayó, la joven se asustó y salió corriendo hacia un ascensor. El testigo fue a socorrer a Lucia así que no la vio bien.- Heiji volvió a apretar los reposa brazos pero con los puños y de pura ira. No podía creer lo que oía… El doctor le observó y se inclinó sobre la mesa en su dirección.- Escucha, debes de sentirte muy mal por ese bebé pero, ya no se puede hacer nada. Lo importante es que Lucia se recuperará pronto.-

Heiji tardó en reaccionar. La ira le consumía y no estaba acostumbrado a esa clase de sentimientos. No sabía cómo manejarlos. Sentía que la sangre le hervía y era más fuerte eso que la tristeza que el odio aplastaba en su interior.

Pero intentó serenarse. Pensó en Lucia. Sola y tendida en una cama de hospital y esperándole a él y sin saber nada de lo que había ocurrido.

-¿Cuándo podré ver a Lucia?- preguntó Heiji.

-En cuanto despierte- respondió el doctor.- Te avisaré yo mismo.- se puso en pie y Heiji le imitó. Le sacó de la habitación y le condujo hasta la sala de espera.- De verdad que lo siento- le dijo antes de marcharse.

Heiji asintió y le vio alejarse despacio. Y no supo por qué, no pudo apartar la vista hasta que se perdió entre los otros médicos y enfermeras que por allí deambulaban.

Miró la hora por primera vez en toda la noche. Sólo eran las dos de la madrugada. Esa noche se le había hecho eterna… y le asustó pensar que aún no había terminado. Heiji hubiese preferido mirar por la ventana y ver al sol despuntar.

Estiró el cuello y los brazos y se acercó al mostrador de recepción para preguntar si le dejaban hacer una llamada.

 
Fue corriendo por el pasillo, pero se cuidó de abrir la puerta de la habitación con cuidado. Asomó la cabeza por el hueco y vio la cama al otro lado. Entró en silencio, caminando despacio y fijándose en todo para no tropezar con nada.

Se acercó al borde y vio a Lucia tumbada hacia la ventana. Cuando estuvo lo bastante cerca de ella, Lucia debió oírle, porque lentamente se giró hacia él.

Tenía el rostro pálido y una venda en la frente. Heiji sintió un escalofrió al verla, pero forzó una sonrisa para no asustarla.

-Hola- le dijo.- ¿Cómo te sientes?-

-Dolorida- respondió con la voz ronca.- Tanto como si hubiese bajado rodando cuatro plantas.- Esbozó una medio sonrisa y Heiji intentó reprimir una risotada por la emoción de oírla hacer bromas.

-Los médicos dicen que te pondrás bien en seguida- le dijo.- Y sólo bajaste rodando una planta.-

-Lo dices como si eso no fuera suficiente impresionante- replicó ella. Trató de incorporarse un poco sobre la almohada.- Heiji… ¿Cómo está el bebé?-

La sonrisa de Heiji se borró de golpe y desvió la vista sin querer. La furia había desaparecido del todo así que había dejado el camino libre a la tristeza.

-El bebé…-

-Ya no está ¿verdad?- Heiji la miró con preocupación. Lucia cerró los ojos un instante para volver a abrirlos.- Lo sé. Ya no… noto ese presentimiento- Heiji no comprendió sus palabras pero le rozó la mano que tenía sobre las sabanas.

-Lo siento-

Lucia sacudió lentamente la cabeza.

-No lo entiendo- murmuró. Parpadeó y los ojos le brillaron fugazmente.- Ayer ni siquiera sabía que lo tenía y hace unas horas, ni siquiera lo quería. ¿Por qué ahora me siento tan mal?-Las lagrimas rodaron, silenciosas desde sus ojos hasta su barbilla. Lucia no se inmutó, parecía no darse cuenta de que lloraba.- ¿Por qué, Heiji?-

-No lo sé- respondió con sinceridad. La vio hacer una mueca de dolor y cerrar los ojos de nuevo intentando parar las lágrimas pero sin lograrlo. Sentía como el corazón se le rompía en mil pedazos con sólo mirarla.- Será verdad eso de que… sólo sabes cuánto te importa algo si lo pierdes.-

Finalmente, el llanto irrumpió en su cuerpo sacudiéndole mediante convulsiones. Lucia se cubrió el rostro con las manos y lloró en silencio.

Heiji se quedó mirándola, también sin hablar. No pudo acercarse a ella porque algo en su modo de llorar le decía que no sería capaz de consolarla.

El llanto de Lucia se prolongó, puede que no durante tanto tiempo como a Heiji le pareció. Se sentía tan impotente que los segundos pasaban ridículamente lentos.

Cuando por fin Lucia se serenó, Heiji le preguntó por el accidente, pero fue inútil. No recordaba nada excepto una figura sin rostro que se abalanzaba sobre ella en la escalera.

Puede que fuera mejor para ella conservar el menor número de recuerdos sobre aquello.

Lucia logró sentarse en la cama y con una expresión extraña, se atrevió a preguntar:

-¿Dónde está mi padre?-

-No te preocupes, le he avisado y viene de camino- Lucia frunció el ceño.

-¿En serio?- Bajó la vista hasta sus manos que jugaban con el borde de la sabana.- Creí que habría venido con nosotros teniendo en cuenta que me caí en su empresa.-

-Pero él no estaba allí- Lucia dio un respingo, confusa.

-¿Ah no?-

-Claro que no. Me costó un poco contactar con él porque lleva horas buscándote. Regresó a vuestra casa y se preocupó de que no estuvieras allí. Dijo que ha intentado llamarte pero tienes el móvil apagado. Le conté lo ocurrido, más o menos y se alegró de que estuvieras bien, me dijo que enseguida estaría aquí.-

Lucia parecía sorprendida y hasta descolocada, una reacción que Heiji no terminaba de comprender.

-¿Estaba… preocupado por mí?-

-Pues claro-

Lucia se quedó callada mirando a un punto indefinido. Sus cejas se arquearon y una sonrisa lenta acudió a su rostro, como si acabara de descubrir un secreto.

¿De verdad Lucia dudaba del amor de su padre?

Nunca lo había tenido claro, pero esa reacción no dejaba lugar a dudas. Ahora entendía porque le preocupaba tanto contarle lo del bebé.

En ese momento, la puerta se abrió y un hombre alto, trajeado y con una mirada de preocupación que le añadía varios años más a su apariencia, entró y miró a todas partes con urgencia.

-Papá…- susurró Lucia. Su voz sonó débil y trémula. Heiji nunca la había oído hablar de ese modo y le extrañó.

-Lucia- dijo el hombre. Y sus ojos se agrandaron al mirarla. Avanzó por la sala en dirección a la cama y Heiji se puso en pie de un salto para quitarse de en medio.

-¿Estás bien? ¿Cómo te encuentras?- preguntó su padre. Lucia le miraba confusa, casi fascinada como si no le reconociera del todo.

-Estoy bien- respondió después de varios segundos.

Padre e hija se contemplaron como si hiciera años que no se veían. Era extraño observarlos.

-Los médicos dicen que se recuperará enseguida- explicó Heiji al ver que nadie parecía dispuesto a hablar.

El padre de Lucia se giró hacia él. Le escrutó con sus ojos oscuros y le tendió la mano. Heiji la cogió preparado para estrecharla, pero el hombre tiró de él y le abrazó con fuerza durante unos segundos, un tanto incómodos.

Heiji alcanzó a ver la mirada de sorpresa de Lucia desde la cama. Lo que él sintió se alejaba de ese sentimiento y se acercaba más al terror.

El hombre le soltó del mismo modo brusco y entonces sí, le estrechó la mano.

-Tú has cuidado de mi niña. La has traído aquí, no te has apartado de su lado.- le miraba con tanta intensidad que Heiji estuvo a punto de bajar los ojos.- Gracias. Muchas gracias. Jamás podré pagarte lo que has hecho.-

Heiji estaba tan abrumado que primero tuvo que soltar una gran cantidad de aire, para después hablar.

-No habría podido hacer otra cosa-

El padre de Lucia le puso una mano en el hombro y le dio un apretón.

Después volvió a centrarse en su hija. Y Heiji se dio cuenta de que aquel era el mejor momento para salir a dar una vuelta por el hospital.

Se despidió de los dos y se dirigió a la puerta.

Salió al pasillo y aunque ese olor desagradable de hospital llenó su nariz cuando respiró hondo, le resultó totalmente liberador. Como si fuera la primera bocanada de aire de una mañana precedida por una noche de pesadillas.

Esto ha sido todo.
Nos vemos el domingo con una nueva historia en la sección Biografía.
Hasta la próxima, visitantes.
 

 

4 comentarios:

  1. Qué bonito!!! Al final el bebé sirvió para reunir a padre e hija... Pero me saltan dos dudas aun... ¿Qué fueron de los 15.000 yenes??? ¿Y quién empujó a Lucia??? Demasiados interrogantes!

    Sr. X

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  2. ¡Gracias por comentar señor X!! Aunque resulta sospechoso tanto anonimato...
    Me temo que la clínica se quedo con los 15.000 yenes, porque nadie se acordó de reclamarlos. ¡Esas cosas pasan!
    Y sobre quien empujó a Lucia... no te resulta sospechosa la figura de la chica misteriosa que creyeron ver alejándose?? No te recuerda a nadie que ya ha sido mencionada anteriormente?
    Espero verte más a menudo por aquí!!! Comenta cuando quieras y con total libertad y si quieres hacer feliz a dos blogueras novatas ¡Hazte seguidor! ¡Please!!
    Hasta otra! ^^

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  3. Ohhhhhh! VALE, ME HA ENCANTADO, PRECIOSA HISTORIA Y PRECIOSO FINAL *-*
    Me da pena lo del bebé, es una lástima, pero como han dicho anteriormente ha servido para unir a padre e hija e incluso yo diria que a suegro y yerno jajaja!
    Y vaya con las prisas, un poco mas y Lucía baja cuatro plantas como bromea!! Una cosa,la chica era la amiga de Rumi, Chizu? Era ella, verdad??? Pero porque lo hizo? Que hacia alli???
    Y como siemre te gusta dejar la intriga y yo soy muy curiosa..... Que paso con Lucia y Heiji? Siguieron juntos, pero tuvo el padre de Lucia que marcharse de alli por trabajo o se quedaron a vivir alli permanentemente?
    Otra pregunta, quizas sea algo obvio y suene un poco tonto pero porque has llamado a esta historia Cortes? Quiero decir, son como capitulos no?? Pero tiene un nombre la historia?
    Para terminar quiero decirte que me ha gustado muchisimo esta historia, desde el principio me ha enganchado, es hermosa, de verdad! Enhorabuena! (ya tengo ganas de leer tu proxima historia)
    Nos leemos dentro de poco, un saludo y gracias por hacerme disfrutar con estos dos personajes tan adorables!!! ^^

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  4. Holaaaaa! Ays, has llegado al final de la historia!! Ay, cuantas preguntas, ire por partes como el Jack el destripador!
    La verdad es que la idea era que, con todo lo ocurrido, Lucía se diera cuenta de que la idea que tenía de su padre no era tan de verdad como ella se pensaba: ni la iba a odiar por quedarse embarazada, ni le habría dado igual que hubiese bajado rodando 4 o 14 plantas. Pero a veces nos empeñamos en adivinar lo que otros piensan y nos lo creemos como si fuera la única verdad cuando ni siquiera les hemos preguntado.
    Lo de la chica... weno, nunca se descubrió quien fue pero por las pistas que se dan podemos intuir quien era esa figura que bajaba las escaleras... en cualquier caso, no fue a propósito. Sólo que bajaba demasiado rápido y quizás no pudo frenar a tiempo.
    Lo weno de los finales abiertos es que puedes imaginar lo que más te guste. Lucía pudo quedarse en Japón para siempre, o quizás irse pero volver siendo mayor de edad para establecerse allí con Heiji ¡Un sinfín de posibilidades a la que más te guste!
    Lo del título... si soy totalmente sincera, empecé a poner lo de corte 1, corte 2... según lo iba escribiendo, sin ningún motivo aparente y cuando acabe la historia por más que pensaba no se me ocurría ningún título (en mi cabeza siempre la había llamado "la historia de los cortes") de modo que así se quedo. La imaginación me traicionó en el último instante! jajaja.
    En fin!!! Yo te doy otra vez las gracias por haberla leído y por todos tus comentarios (que me encanta leer y responder), y también me encantan todas tus preguntas porque me hace pensar que de verdad te interesa seguir sabiendo de Heiji y Lucía y eso me hace mucha ilusión ^^ Significa mucho para mí que a los demás os gusten mis relatos!
    Aún no sé cual será la próxima historia que subiré, pero dado que eres mi única lectora quizás te pida opinión sobre qué género te apetece leer ahora! jaja
    Nos seguiremos viendo por Red Hill! Hasta pronto!!

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