lunes, 17 de junio de 2013

Corte 6

¡Feliz lunes, visitantes!
Como toca, os traigo el corte 6 de nuestra historia. No queda nada para que acabe y como hace tiempo me prometí que no volvería a dejar a nadie leer nada que no estuviera acabado, mañana os colgaré el desenlace.
Si alguien la ha estado siguiendo, espero que le haya gustado.


Corte 6: La extraña.

Sólo con acercarse, las puertas se abrieron de par en par y dejaron el camino abierto al amplio hall de las oficinas.

Lucia y Heiji entraron cogidos de la mano y observaron el espacio tan espléndido y enorme que se abría ante ellos.

Las oficinas del padre de Lucia reflejaban el lujo y la elegancia típicos de un hotel de cinco estrellas sin serlo. Lucia observó la expresión de asombro de Heiji. Ella ya estaba acostumbrada.

-¿Seguro que seguirá trabajando a estas horas?- le preguntó. Ella asintió sin atisbo de dudas.

-Por ese pasillo están las escaleras y los ascensores. El despacho de mi padre está arriba del todo.-

-Bien, vamos- dijo Heiji y echó a andar, pero Lucia tiró de él y le hizo parar.

-¿Te importa si voy sola? Creo que prefiero hacerlo así, además… tenemos una conversación pendiente desde hace tiempo.- Heiji dudó, pero finalmente aceptó que fuera sola.-De todos modos, tú quédate cerca de la puerta por si tenemos que salir corriendo.- bromeó. Heiji sostuvo una carcajada y le sonrió de forma amplia.

-Suerte- le dijo.

Lucia le dijo adiós con la mano y salió del hall.

Fue directa a los ascensores y pulsó los botones. Por desgracia, uno estaba estropeado y los otros dos estaban parados en las plantas superiores. Esperó un poco, pero ninguno se movió.

<<Genial. Tengo que subir hasta la séptima planta>> pensó con fastidio.

Fue hasta las escaleras y comenzó el ascenso.

Al principio subía los escalones con normalidad pero cuando hubo dejado atrás los rellanos de la primera y la segunda planta, empezó a ir más despacio.

Su cerebro había intentado ordenar las palabras que pensaba decir, pero todo provocaba que apareciera en su mente el rostro enfurecido de su padre. Tal vez no valía la pena intentar organizar un buen discurso, probablemente cuando lo tuviera delante se quedaría en blanco.

A cada peldaño que subía se sentía más cansada, los músculos le tiraban como si hubiese corrido varios kilómetros y el cosquilleo que le acompañaba desde la clínica se había convertido en un dolor que parecía perforarle el estomago.

Se quedó sin respiración al llegar al rellano de la tercera planta y le costó muchísimo llegar al de la cuarta. Tuvo que pararse y apoyarse en la pared mientras se sostenía el vientre que no dejaba de revolverse.

-Tranquilo- susurró.- No pasa nada- Pero el presentimiento se había vuelto loco y le estaba destrozando por dentro. ¿Sería el pánico que sentía? Después de todos los estados que había experimentado en ese día interminable, ahora era cuando verdaderamente estaba aterrada.

-¿Se encuentra bien, señorita?- le preguntó un joven conserje que pasaba por allí. Lucia se separó de la pared mientras se pasaba una mano por la frente para secar el sudor.

-Sí, estoy bien-

El conserje se puso a barrer el rellano y ella se dirigió a las escaleras. Empezó a subir mientras se masajeaba el vientre para intentar aliviar los pinchazos, pero cuando iba por la mitad tuvo que detenerse para respirar de nuevo.

Se sujetó a la barandilla y bajó la cabeza mientras respiraba hondo.

¿Qué le estaba pasando? Tenía que calmarse… oía los latidos veloces de su corazón en sus oídos, como un tambor acelerado. Golpes rápidos que cada vez oía más fuerte y más cerca.

Entonces, Lucia se dio cuenta de que no era sólo su corazón lo que estaba oyendo. Eran pasos. Cuando levantó la vista, sólo alcanzó a ver una figura tan encima de ella que fue como si una sombra saltara sobre ella y la cegara. Sintió el golpe contra su cuerpo y que perdía el equilibrio. Intentó apretar la mano que se sujetaba a la barandilla, pero no pudo soportar el peso y se soltó.

Se sintió caer hacia atrás y que el corazón le daba un vuelco. Los ojos se le cerraron por inercia y el vértigo fue completo hasta que sintió el golpe y después, la sombra creció hasta que no quedó nada a su alrededor.

Nos vemos mañana para desvelar el final
Hasta entonces ^^
 

 

 

1 comentario:

  1. Ayyy!! ¡¿Como me dejas así?! (En realidad no me dejas porque pienso ir ahora mismo a por el desenlace hahahaha)
    Este capítulo era cortito jooo, espero que el final bastante largo!
    Madre mia, ¿pero que le ha pasado a la pobre Lucía? Una figura que se alza sobre ella y cae al suelo, aish, Heiji ve a rescatar a tu chica, donde te metes!!! (por cierto vaya apaño el ascensor)
    Nos vemos en unos minutos, vaya capitulo caragado de emoción!!!

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