jueves, 16 de mayo de 2013

                                                 
Bueno chicos, ahora es mi turno de compartir con vosotros una historia que escribí con 15 años para un concurso de instituto. Es muy cortita así que la publico entera y así no tenéis que esperar para ver como acaba. Espero que os guste.

                                    El lago de luz

Jack presintió que se acercaba el momento.Suspirando, se levantó del sofá y se dirigió con dificultad a la habitación de su nieta. Llamó un par de veces con los nudillos y abrió la puerta. Una muchacha de unos quince años leía acurrucada en un lado de la cama.

-¿Qué ocurre, abuelo?-preguntó con preocupación la joven.
Jack avanzó hasta situarse delante de la niña y dijo:
-Kristen, tengo que contarte algo.

                                                ************************

Kristen metió a toda prisa sus cosas en la mochila. Después de toda la ropa y la comida que había metido no le cabía nada más. Pero no podía dejar el libro. Después de lo que le había contado su abuelo no volvería a separarse de él nunca más. Así que, después de colgarse la mochila al hombro, cogió el libro y lo abrazó fuertemente. Se lo había leído cuando tenía nueve años, pero jamás había pensado que todas las cosas que explicaban en él fueran ciertas, y mucho menos que el autor fuera su abuelo. ¿Quién podía imaginarse que su abuelo había sido hasta ahora el encargado de proteger un sitio que ni siquiera sabía que existía? ¿Un lago encantado? Hasta ahora había pensado que eran cuentos de hadas.

El abuelo le había dicho que antes de morir tenía que encontrar quien le sustituyera, pero como él estaba muy enfermo, tendría que hacerlo ella. Y Kristen había decidido ir a aquél lugar para averiguar por qué razón era tan importante para su abuelo. Él decía que si el Lago de Luz se quedaba sin protector, toda la luz del mundo desaparecería. Cuando Kristen le había preguntado que si el sol también se apagaría, él se había limitado a sonreír y explicarla que no era esa clase de luz la que desaparecería, si no una mucho más importante para las personas. Así que Kristen le había prometido encontrar a un sucesor.
El libro del abuelo incluía un mapa que la guiaría hasta el lago, el problema era que todos los lugares señalados en el mapa tenían nombres extraños de los que no había oído hablar nunca. Después de darle muchas vueltas a la cabeza se tumbó en el sofá sin soltar ni el libro ni la mochila y deseó con todas sus fuerzas llegar hasta el Lago de Luz. Pero llevaba demasiado tiempo sin dormir y no pudo evitar que, tras unos minutos, se le cerraran los ojos y se sumergiera en un profundo sueño.

Kristen abrió los ojos lentamente y pegó un grito. Se hallaba tumbada en el suelo en medio de una inmensa llanura donde el sol era asfixiante. Se levantó sobresaltada y miró a su alrededor. De pronto intuyó que no estaba en su mundo. Estaba segura de que el libro de su abuelo, el cual todavía sostenía en sus brazos, la había llevado hasta allí. Pero eso no era el Lago de Luz. Aunque un lago era precisamente lo que necesitaba ese lugar.
Se dio la vuelta para ver a su espalda y lo que vio la dejó muda. A unos dos kilómetros de donde se encontraba ella había un bosque inmenso. Pero a pesar de que eso no era normal, lo que la sorprendió fue que justo donde empezaba el bosque, también empezaba la noche. La oscuridad abrigaba aquél frondoso bosque que no invitaba a entrar en él.
Kristen abrió el mapa y observó con aprensión que tendría que atravesarlo para llegar a su destino, ya que rodearlo le parecía imposible. Recogiendo su mochila del suelo echó a andar hacía aquél cúmulo de árboles que llamaba al silencio.





Hacía ya una hora que Kristen se había internado en el bosque y tenía la horrible sensación de no haber avanzado nada.
Andaba con cuidado de no tropezar con ninguna raíz, pero aún así estuvo a punto de caerse en varias ocasiones.
Había árboles por doquier que agitaban sus brazos con fuerza a pesar de que no había viento. Al contrario, una quietud sofocante se adueñaba de todo. A la tenue luz de la luna llena todo parecía sombrío y tenebroso.
Algo se movía entre la maleza, justo a su espalda y se dio la vuelta lentamente, con pavor. Escudriñó el lugar de donde provenía el ligero sonido, pero no consiguió distinguir nada. Empezó a llover con fuerza. Kristen protegió el libro con ahínco. Entonces, más que ver u oír, intuyó la presencia de algo.
Unos ojos felinos la observaban a unos dos metros de distancia. Kristen no alcanzaba a distinguir qué era. Venciendo, debido a su curiosidad, el miedo que tenía, se aproximó un poco y entonces gritó. Era un lobo.
Lo único que alcanzó a ver antes de desmayarse fue que el animal tenía un colgante en el cuello con la letra J.

Kristen abrió lentamente los ojos. Le dolía la cabeza. Echó un vistazo a su alrededor e intentó incorporarse, pero una mano firme se lo impidió.
A su derecha había un muchacho moreno con los ojos de un verde brillante que la resultaban extrañamente familiares.
Kristen volvió a intentar levantarse y esta vez el chico no se movió. La miraba fijamente sin inmutarse.
La joven giró la cabeza y comprobó que en el bosque todavía era de noche, aunque dudaba de que el día llegara a ese lugar. Al volver la vista hacia el joven reparó en que éste llevaba un colgante del cual pendía la letra J. Se levantó temerosa y echó a correr, pero antes de que la diera tiempo a recorrer apenas unos metros, el muchacho la había agarrado del brazo y la había inmovilizado.
-¿Eres un hombre lobo?-preguntó Kristen intentando que no la temblara la voz.
-No exactamente-contestó el muchacho con voz suave pero segura-tengo la capacidad para transformarme en lobo.
Eso no era algo que tranquilizara a Kristen. ¿Desde cuándo las personas se convertían en animales? Pero después de que un libro la transportara a un mundo extraño al cual pertenecía su abuelo, podía esperarse cualquier cosa.
-No te asustes-dijo el chico-sólo quiero saber qué haces en mi bosque.
-¿Tú bosque?-repitió Kristen confusa.
-Sí. Éste es el Bosque del Misterio y yo lo gobierno.
A Kristen empezaba a dolerle el brazo que el chico sujetaba. Él pareció percatarse de ello porque la soltó.
-Me llamo Kristen. Estoy buscando el Lago de Luz y me pareció que la forma más rápida de llegar era atravesando este lugar-explicó Kristen-creéme, no lo hago por placer.
El muchacho clavó sus penetrantes ojos en ella como si quisiera leer su pensamiento.
-Es peligroso que vayas sola. Te acompañaré.
El joven comenzó a caminar en silencio y Kristen se apresuró a seguirle. Al cabo de unos minutos la muchacha se atrevió a preguntar:
-¿Cuál es tu nombre?
El chico se giró para contemplarla y después de unos segundos contestó con voz queda:
-Jeremy.
Kristen comprendió enseguida que a Jeremy no le gustaba demasiado hablar. Sólo decía lo indispensable y guiaba a Kristen con una seguridad en sí mismo que rayaba en la arrogancia.
-¿Por qué llevas ese colgante?-preguntó Kristen con curiosidad.
Jeremy tardó en responder.
-Me guía. Significa para mí lo mismo que para ti ese libro al que proteges tanto.
-¿Cómo lo sabes?-inquirió Kristen con desconfianza.
Jeremy sonrió. Era la primera vez que lo hacía y Kristen comprobó que tenía una sonrisa muy bonita.
-Ya hemos llegado-anunció Jeremy sin dejar de sonreír.
Kristen apartó la vista de él y la centró en el lugar al que acababa de llegar. Se sintió desfallecer. Era lo más bonito que había visto en su vida. Un lago enorme se extendía ante ellos. Estaba totalmente congelado. Pero lo que hipnotizaba de aquella manera el corazón de Kristen era la luz. Una luz que brillaba fuertemente allí donde mirase. No era una luz cegadora como la del sol. Era un extraño brillo que hacía que te sintieras en paz. Y entonces comprendió lo que la había querido decir su abuelo. Era la luz que había dentro de las personas. Una luz que cada vez era más escasa en la Tierra. Una luz que era más fuerte en los niños, pero que éstos cada vez perdían a más temprana edad. La luz que la había guiado hasta allí para ayudar a su abuelo.



Kristen desvió la vista con dificultad para mirar a Jeremy.
-Debo encontrar a alguien que pueda gobernarlo-musitó Kristen.
-Ya lo has hecho-dijo Jeremy con una media sonrisa.
Kristen lo miró sin comprender.
-¿Tú?-preguntó.
Jeremy negó con la cabeza.
-Yo ya tengo mi sitio en este mundo-contestó-eres tú la que ha llegado hasta aquí.
Kristen seguía confundida.
-No puede ser-esta vez fue ella la que negó-yo no sé gobernar este lugar.
-Sí, sabes y lo estás haciendo-insistió Jeremy-desde hace mucho tiempo el Lago de Luz no brillaba con tal intensidad. Se estaba apagando.
Kristen comprendió.
-Mi abuelo...
Jeremy la cogió de la mano.
-Ahora será tu inocencia la que llenará de luz este lago, y con él, a toda la Tierra.

                                         *****************

Jack estaba sentado en un banco del parque. Una niña pequeña con una graciosas trenzas se acercó a él con una amplia sonrisa.
-¿Juegas conmigo?-preguntó la chiquilla con su voz infantil y sin borrar su dulce sonrisa.
Jack sonrió a su vez y un solo pensamiento cruzó su mente: Lo ha conseguido.



Y hasta aquí la historia de Kristen y el Lago de Luz. Espero que os haya gustado y tanto si ha sido así como si no ya sabéis que podéis comentar para dar vuestra opinión. ¡Un saludo!

8 comentarios:

  1. Es una bonita reflexión, en su día de una niña de 15 años... De como la luz interior que tenemos, va desapareciendo con los años... Me fascina leer algo tan lleno de sentido, de una niña... Tengo ganas de leer lo que esa niña de entonces, escribe ahora como mujer... Tienes potencial, solo tienes que sacarlo... Me ha gustado mucho!

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  2. Fantastico relato! Muchos nos sentimos identificados en la busqueda de ese lago de luz y felicidad :)
    Animo y a escribir muchos mas!!

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  3. ¡¡Un relato perfecto!! Una historia que transmite un monton a pesar de su longitud: esperanza, amor... ¡¡Me ha sabido a poco, tengo ganas de más!!
    Si con 15 años pudiste escribir este relato, ¡qué no podrás hacer ahora! Mucho ánimo y sigue empleando tiempo en escribir, para divertirte tu y para divertir a los demás, porque detrás de cada historia siempre hay más para quien la lee de lo que su autor se cree...

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  4. Gracias a los tres:
    Raúl: Ya leerás algo de lo que escribo ahora, espero ^^
    Ángel: Espero que encuentres tu lago! =)
    María:Tendrás más señorita, aunque no de esta historia jaja

    Gracias a los tres por vuestros comentarios, para nosotras significan mucho! =D

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  5. Me ha gustado mucho... corta pero intensa... Lo que más me sorprende es que con 15 años hayas sido capaz de escribir de esta forma, la cual muestra que ya habías desarrollado una gran imaginación y sobre todo una gran forma de expresar tus sentimientos.
    Y la pregunta más importante... ¿ganarías de forma sobrada el concurso no? jaja

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  6. Muchas gracias por tu comentario Sergio!! Agradezco que te hayas pasado a echar un vistazo por el blog =)

    Y sí, quedé primera ;)

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  7. Me ha gustado mucho*-* Esctibes super bien y esta historia te hace pensar mucho:) Doy por seguro que ganarias el concurso, no?
    Besos, te sigo y no dejo de leerte!:D

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  8. Muchas gracias! Me alegra ver que aunque la historia no sea de las últimas cosas publicadas en el blog la gente la siga leyendo! Sí, lo gané.
    Me alegro de que te haya gustado y gracias por comentar!

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