¡Calurosos saludos
visitantes!
Ha llegado un nuevo
domingo y nueva lectura. Ya sabéis que yo, Ayi, os traigo a esta sección
versiones desconocidas que fueron el origen de nuestros queridos cuentos
infantiles. Y hoy voy a hablaros de La
Cenicienta porque sé que es el
cuento favorito de alguien muy importante para mí.
Todos conocemos la
historia de Cenicienta, o mejor dicho, conocemos el cuento que Perrault incluyó
en su colección <<Cuentos de mama ganso>> y que después Disney
explotó para hacer su famosa película de
dibujos.
¡Pero no es la única
versión ni mucho menos! Hay muchas otras repartidas por todo el mundo. La que
más se parece a la de Perrault, fue la que escribieron los hermanos Grimm. Sólo
presenta ligeras variaciones como por ejemplo que en lugar de hada madrina, es
una paloma mágica quien le da a Cenicienta los vestidos y los zapatos de oro. Y
digo vestidos, porque, según los Grimm, Cenicienta asiste a tres bailes y no a
uno. Al final del tercero, el príncipe, que había estado con Ceni las tres
noches y no quería que volviera a huir, llena el suelo del castillo de
pegamento (como veis, el príncipe de los Grimm tenía más iniciativa que el de
Perrault, aunque no más inteligencia) y ahí es donde se queda pegado el zapato. El final es un poco más gore que el de
Perrault, pues cuando el príncipe busca a Ceni y llega a la casa de las
hermanastras, éstas llegan incluso a mutilarse los pies para poder ponerse el
zapatito. Por suerte, la paloma avisa al príncipe de la artimaña para que no se
vaya con ellas (de nuevo, podéis ver lo avispado que era este principito) y
acaba casándose con la heroína.
Pero yo me he remontado
mucho más atrás en busca de sus orígenes y de entre las numerosas versiones que
encontré, he decidido relataros las dos que más me han gustado y donde aparecen
varios elementos que después se incluirían en las versiones actuales del
cuento. Espero que os guste.
La primera es, creo, la más antigua y proviene de Egipto.
Erase una vez en Egipto, una
muchacha llamada Ródope.
Ródope había nacido en
Grecia, pero de niña había sido secuestrada por unos piratas que después la
vendieron como esclava a las orillas del Nilo a un egipcio que tenía una gran casa
al otro lado del río cuidada por un número sospechosamente alto de sirvientas.Éste era, a pesar de todo, un buen hombre, si acaso era un pelín perezoso, pues se pasaba los días durmiendo bajo un árbol (motivo por el cual necesitaba tantas sirvientas) y no se daba cuenta de que el resto de siervas eran muy malas con Ródope (Se podría decir que como era la nueva le hacían "mobbing") debido a lo diferente que era a ellas. Mientras que las otras tenían el cabello liso y negro, los ojos castaños y la piel morena; Ródope tenía largos tirabuzones rubios, los ojos verdes y la piel pálida que cada día el sol enrojecía. Por eso todas se burlaban de ella llamándola "mejillas sonrojadas". Pero no os dejéis engañar por lo simple del insulto, aparte de eso, la cargaban a ella con todo el trabajo de la casa y Ródope sólo contaba con el consuelo de la compañía de ciertos animales que vivían junto al río, para los que a veces cantaba y bailaba.
Un atardecer, su amo oyó el canto de la esclava y se despertó. Siguió la dulce melodía hasta la orilla del río y quedó fascinado al ver el modo en que la chica bailaba y giraba de un casi tan ligera como el viento y le gustó tanto lo que vio, que le regaló un par de sandalias muy especiales hechas a mano, de color rojo brillante y la suela de cuero. Como imaginareis, esto no ayudó precisamente a que Ródope ganara popularidad entre sus compañeras.
Un día, llegó a la casa la noticia de que el Faraón estaba de visita en Menfis y que en su honor, se celebraría una gran fiesta a la que estaban invitados todos los habitantes de Egipto. Todas las sirvientes se vistieron con sus mejores galas, incluida Ródope. Pero cuando estaban a punto de partir, las sirvientas celosas engañaron a Ródope y se marcharon sin ella en la última barca, a través del río. La esclava intentó seguirlas, pero sólo consiguió empaparse sus queridas sandalias, así que con tristeza y frustración las puso a secar al sol de la tarde. Cuando de pronto, el cielo se oscureció de golpe y de él salió un majestuoso halcón que descendió en picado sobre las sandalias y se llevó una en sus garras. Ródope se asustó y sólo cuando el pájaro se hubo marchado, se acercó a recoger la otra sandalia.
En Menfis, el Faraón observaba la fiesta desde su trono, muy, muy, muy aburrido. De repente, un halcón entró por la ventana y dejó caer sobre su regazo la sandalia. El Faraón la sostuvo en sus manos, observándola con atención pues sabía que era algo importante, ya que había identificado al halcón como una reencarnación del dios Horus. Por lo que decidió buscar a la dueña del calzado y convertirla en su esposa.
Después de rastrear todo su territorio, embarcó en uno de sus navíos para recorrer el curso del río, parando en cada orilla en la que habitaba alguna doncella. Así fue como llegó a la gran casa de las sirvientas. Éstas reconocieron enseguida la sandalia y obligaron a Ródope a esconderse entre los juncos del río y una a una se intentaron probar la sandalia, sin que ninguna lograra ponérsela. Justo cuando el Faraón se iba, descubrió a la chica que se ocultaba entre los juncos y la pidió que se probara la zapatilla. Ródope no sólo se la probó, sino que también sacó su propia sandalia y al ponérselas, el Faraón anunció que se casaría con ella. Las sirvientas, muertas de envidia, protestaron alegando que Ródope no era más que una esclava y que ni siquiera era egipcia. Pero el Faraón las calló diciendo:
-Es la más egipcia de todas, pues sus ojos son verdes como el Nilo, su cabello tan plumoso como el papiro y su piel tan rosada como la flor de loto.-
Y se casó con ella.
Menuda respuesta ¿Eh?
Para terminar os dejo la
versión china que he encontrado. Espero que os haya gustado este pequeño viaje
a través de la historia de la Cenicienta. Dejadme algún comentario y decidme
cuál es vuestra versión favorita.Nos veremos pronto para desentrañar los orígenes de más cuentos. ¡Hasta la próxima!
Esta versión se
desarrolla en China durante la dinastía T'ang, un período durante el cual un
hombre podía casarse con varias mujeres.
Un hombre llamado Wu
tenía dos esposas y una hija con cada una. Pero una de ellas enfermó y acabó
muriendo de modo que su hijita quedó a merced de la otra mujer, que la odiaba
porque era más hermosa que su propia hija. A espaldas de Wu, la mujer convirtió
a la huérfana en una sirvienta: le arrebató todas sus posesiones y la hacía
trabajar muy duro cada día. Pero no contenta con eso, mientras realizaba todas
las tareas domésticas la obligaba a llevar puestos unos diminutos zapatitos y
con el paso del tiempo, sus propios pies se volvieron increíblemente pequeños;
y por eso todos empezaron a llamarla "Pies de Loto".
Un día en el que Pies de
Loto lavaba la ropa en un estanque, se le apareció un hermoso pez dorado, de
enormes ojos y que podía hablar; por lo que se convirtió en el único y más
querido amigo de la chica. Pero su madrastra lo descubrió y cuando la escuchó
hablando con el pez se dio cuenta de que éste era en realidad la reencarnación
de la madre de Pies de Loto, a la que ella, junto a su fea hija, habían
envenenado para que muriera. Una vez más, esta terrible mujer ideó un plan para
mortificar a su hijastra: a la mañana siguiente se puso las sucias y viejas
ropas de Pies de Loto y acudió al estanque. El pez, creyendo que se trataba de
la dulce huérfana, salió a su encuentro confiado y en cuanto asomó la cabeza
fuera del agua, la madrastra lo agarró, se lo llevó a la casa, lo cocinó y lo
sirvió de cena al resto de la familia.
Pies de Loto se
entristeció tanto al descubrirlo que abandonó la casa en plena noche y regresó
al estanque vacío. Mientras lloraba la injusta muerte de su amigo, apareció una
anciana sabia que dijo conocerla y saber todo lo que había pasado. Le dijo que
volviera a casa y buscara los restos del pez para ocultarlos en un sitio
seguro. Al tratarse de un pez mágico, sus restos también lo serían y si algún
día necesitaba ayuda, lo único que tenía que hacer era pedir un deseo a los
restos y los espíritus lo harían realidad. Pies de loto obedeció y ocultó los
restos de su amigo en un lugar donde ni su madrastra ni su hermanastra pudieran
encontrarlos.
El tiempo pasó y a la
casa de la familia llegó una gran noticia: para celebrar el año nuevo chino se
había organizado una fiesta en el pueblo a la que estaban invitados todos sus
habitantes. Era una fiesta a la que acudirían los mercaderes más ricos del
lugar y las jovencitas vestirían sus mejores ropas con la intención de atraer
la atención de alguno de ellos.
Tanta la madrastra como
su hija se prepararon para tal evento, pero sabiendo que la presencia de Pies
de Loto eclipsaría a su fea hija, la madrastra la obligó a quedarse en casa. Cuando
éstas se marcharon a la fiesta, Pies de Loto pidió ayuda a los restos del pez y
los espíritus respondieron convirtiendo sus harapos en un precioso vestido azul
y adornando sus pies con un par de zapatitos de oro.
Así vestida, Pies de Loto
acudió a la fiesta donde causó sensación entre los jóvenes comerciantes. Por
desgracia, fue tal el revuelo que armó en la fiesta que la madrastra, curiosa,
se le acercó para ver de quien se trataba y no tardó en reconocer a su hijastra.
Cuando Pies de Loto se dio cuenta de que había sido descubierta, echa a correr
tan rápido que en su huida perdió uno de sus zapatitos.
Al llegar a casa el
hechizo se rompió: sus ropas se desvanecieron y los restos del pez
desaparecieron. Pero le quedó el otro zapatito como recuerdo de la fiesta.
El zapatito perdido cayó
en las avariciosas manos de un mercador que pasó días y días buscando a un
comprador digno de tan impresionante calzado. Finalmente, fue el príncipe quien
compró el zapato después de caer fascinado por su belleza y cuando por fin lo
obtuvo, no pudo dejar de imaginar a la gran dama a la que habría pertenecido,
así que se propuso recorrer el país hasta dar con ella.
No tardó mucho en
aparecer en la casa de Pies de Loto preguntando por todas las doncellas que
allí vivían. La madrastra encerró a Pies de Loto en una habitación y presentó a
su hija como la única doncella de la casa. Aunque ésta intentó ponerse el
zapato, su pie era demasiado grande; pero su madre estaba tan desesperada
porque el príncipe eligiera a su hija que le ordenó que se cortara tres dedos,
de modo que el pie por fin le entró en el zapatito. Lógicamente, el príncipe se
dio cuenta del engaño y se marchó.
La estancia de Pies de
Loto en aquella casa era cada vez más insoportable. Sin su madre y sin su amigo
el pez, todo lo que le quedaba era un triste zapatito de oro para recordar
tiempos mejores, así que, una noche se coló en el castillo del príncipe
dispuesta a recuperar el otro. Sin embargo, los guardias la descubrieron y la
llevaron ante el monarca. Ella le explicó que ese zapato le pertenecía, pero él
no la creyó al ver los harapos que vestía, hasta que Pies de Loto sacó el otro
zapatito. Cuando se hubo calzado los dos, sus ropas se transformaron de nuevo
en el vestido azul y el príncipe se enamoró de ella a primera vista y le pidió
que se casara con él. Pies de Loto aceptó y vivió para siempre feliz con su príncipe
en el castillo.
Y como castigo para la
madrastra y su hija por intentar engañar a un monarca, fueron condenadas a
vivir para siempre en una oscura cueva que acabó derrumbándose con ellas dentro
al estallar una lluvia mágica de rocas.
¡Hasta la próxima!
Hola chicas, hoy le ha tocado a mi cuento favorito,
ResponderEliminaryo conocia el de siempre vamos el de disney, estas dos versiones estan bien a mi me ha gustado mas el de egipto mejor las sirvientas que las madrastras.
Pero me quedo con el de disney...sus ratoncitos sobre todo con Guss...de todas maneras lo he visto tantas vecez cuando mis hijos eran peques que prefiero quedarme con el.
un besitos chicas
Gracias por tu comentario, señora de los buhitos.
Eliminar¡Que casualidad que sea tu cuento favorito! Es una historia muy bonita, incluso la versión de Disney! Deberías agradecer a tus hijos que te hicieran verla tantas veces, jajaja
Espero que nos sigas leyendo y tengamos muchos más comentarios de tu parte.
Hasta otra ^^