Hoy, en la sección
biografía (la cual ha estado un poco abandonada últimamente) nos disponemos a
contaros un acontecimiento reciente, tan reciente que no será necesario
remontarnos hasta nuestra infancia tardía, sino que pertenece a nuestra
"adolescencia tardía".
Como sabréis (y Ayi se
ha encargado de que lo sepáis), todos los años, durante los meses de mayo y
junio, se celebra en el retiro de Madrid una feria donde las librerías y las
editoriales se reúnen para vender libros intentando compensar la escasez de
ventas del resto del año, incrementada por la crisis y la piratería.
¡¿Cómo?! Pues
tentándonos con autores famosos dispuestos a firmar nuestros ejemplares, marca
páginas gratuitos allá donde mires y abanicos de cartón para combatir el calor.
Este año, decidimos
visitar la feria dos veces (bueno, Ayi cuatro pero porque es una viciosa).
Nuestra primera visita
fue el día 1 de junio y ambas teníamos dos objetivos claros: Ayi, encontrar a
Javier Ruescas y Lyra, a Esther Sanz.
Empezaremos relatando
la búsqueda de Ayi. Mientras paseábamos entre casetas y puestos de helado nos
temíamos encontrarnos con una cola de gente interminable esperando por la firma
y... así fue. Al menos las dos primeras veces que nos acercamos. Lógicamente,
eso desalentó un poco a Ayi (debido a un profundo trauma con las colas de
espera forjado en los parques de atracciones). Pero entonces, a la tercera vez
que pasamos por allí, la mayoría de la gente se había esfumado, así que raudas
y contentas por el golpe de suerte, nos pusimos a la cola.
¡Por fin llegó nuestro
esperado turno! Ayi le entregó su ejemplar de SHOW que acababa de adquirir.
Como aún no lo había leído no tenía demasiado que comentar sobre él, pero a Ayi
(superando su ansiedad social natural de la que seguramente os hablemos en
otras ocasiones) se le ocurrió alguna preguntilla para romper el hielo y Javier
Ruescas, muy majo y simpático, se dispuso a responderla. Entonces, ocurrió algo
bastante curioso: en mitad de su contestación le llegó un brote de inspiración
y se le ocurrió algo del final del último libro de la trilogía PLAY (o al menos
eso nos dijo) y de eso dejó constancia en la dedicatoria.
Añadimos la foto para
que no podáis decir que nos lo hemos inventado, que ya sabéis que por este blog
dejamos suelta nuestra imaginación.
Motivadas por este
primer éxito, nos pusimos en marcha hacia nuestro segundo objetivo: Esther
Sanz, autora de otra maravillosa trilogía.
De camino en su busca,
nos encontramos con una conocida que nos dijo que la había visto unas casetas
más allá, de modo que, emocionadas (sobretodo Lyra) hacía allí nos dirigimos.
Pero cuando llegamos a la caseta nos desconcertó un poco el no encontrar
parecido alguno entre las chicas que allí estaban firmando y la foto de la
autora que exponían en la caseta.
Después de un rato,
comparando y comentando el "no parecido" (bastante evidente, por otro
lado) nos convencimos de que no era ninguna de ellas (más tarde nos
enteraríamos de que se había ido media
hora antes, lo que tardamos en llegar a la caseta).
Pero Lyra es una chica
fuerte que no se viene abajo por contrariedades de este tipo. Y por eso, la
suerte le sonrió aquella tarde. En el camino de vuelta se encontró a otro autor
que le gustaba: Glenn Cooper. Así que Lyra fue a comprar uno de sus libros para
conseguir su firma, pero como somos chicas humildes (de momento...), tuvo que
ir a buscar la edición bolsillo a otra caseta para después volver a la del
autor.
Cuando nos aproximamos
a él de nuevo, nos pareció que estaba un poco molesto, quizás porque no tenía
ningún fan a la espera de firmas; lo cual, suponemos que debe hundirte un poco
la moral, sobre todo si sabes que a unas cuantas casetas de distancia hay un
tipo disfrazado de ratón que está triunfando.
Lyra dudó un poco
antes de acercarse, pero cuando lo hizo y éste se percató de su intención, se
le iluminó la cara ¡Por fin una fan! Aunque trajera un libro en edición
bolsillo. La comunicación entre ellos fue escasa porque él hablaba en inglés,
un idioma en el que Lyra tiene serias limitaciones. Pero se llevó su libro
firmado que es lo que cuenta y la grata sensación de que había hecho feliz a un
autor poco solicitado.
Y así terminó nuestra
primera visita a la feria, con un éxito relativo pero contentas.
Sin embargo, lo mejor
estaba por llegar (o eso nos pensábamos nosotras) porque teníamos planeado
asistir a la feria una vez más para pasar allí todo el día.
Lo que nos lleva al 15
de Junio.
Al ponernos en marcha
teníamos, a parte del evidente objetivo de comprar cuantos más libros mejor (en
especial Ayi, aunque hay quien piensa que después de 4 visitas ya tenía
suficiente), un segundo objetivo relacionado con las altas temperaturas que nos
acompañarían todo el día: Lyra pretendía ponerse muy morena y Ayi, no morir
deshidratada. Pero surgió un tercer objetivo un poco improvisado y fruto de una
repentina inspiración (nos pasa mucho, por eso somos tan creativas).
Como sabréis, hace
poco subimos la reseña de PLAY al blog y coincidía que ese día, el autor,
Javier Ruescas, volvía a estar firmando allí y como pensamos que ya debía
haberse olvidado de nosotras, decidimos acercarnos con el ejemplar de PLAY de
Ayi para que se lo firmara (lo normal habría sido llevar primero PLAY y después
SHOW y no al revés, pero Ayi no siempre hace las cosas de un modo convencional,
normal o... lógico). Y aprovechando la firma, pensamos en hablarle de este,
nuestro maravilloso blog y sugerirle que se pasara a leer la reseña tan
interesante y entretenida que hicimos de su libro.
Para ello, utilizamos
una táctica sutil, a la par que efectiva: introdujimos un papelito en el libro
con la dirección de este blog. Y resultó una buena idea porque en el momento
clave tanto Ayi como Lyra sufrimos un ligero ataque de timidez (algo que podía
haber sido esperable en Ayi, pero no en Lyra) por el cual no se nos ocurrió
NADA que decirle. Como podréis imaginar, esto generó un momento bastante
incómodo... para nosotras. Esperamos que él no se diera cuenta, pues estaba
distraído firmando el libro de Ayi. No obstante, Lyra sí que sospecha que se
dio cuenta de algo.
En fin, cosas que
pasan (a nosotras, al menos). La buena noticia es que se quedó con el papelito
y tal vez, a pesar de todo, visite nuestro querido blog. En cualquier caso,
como somos (en el fondo) unas chicas valientes, nos retiramos un poco bajas de
moral.
Aún así, continuamos
con nuestros planes para el resto del día.
Nos detuvimos a comer,
cosa que siempre hace que te sientas mejor (incluso con semejante calor). Y
tras la comida, surgió la primera complicación del día: encontrar una fuente
donde rellenar nuestras botellas vacías de agua.
Señores de la
Comunidad de Madrid, una sugerencia: pongan más fuentes en el Retiro porque es
un parque ENORME, o al menos, pónganlas en lugares más a la vista porque, a
esas horas y siendo víctimas de una incipiente deshidratación tuvimos que andar
demasiado hasta dar con una fuente, para después descubrir que había una casi
al lado del banco en el que habíamos estado sentadas.
Como estaba claro que
necesitábamos descansar, regresamos a nuestro banco a la sombra. Durante unos
minutos temíamos quedarnos dormidas (las dos habíamos tenido un día anterior
bastante cansado) pero apareció algo que nos mantuvo despiertas: el Narrador
Errante. Se trataba de un hombrecillo que mientras escuchaba música se
dedicaba a recitar (a gritos, lógicamente) lo que dedujimos era la obra de
Edipo (porque le oímos comentar algo de sacarse los ojos por castigo de los dioses).
Cuando hubo terminado, incluso arrancó un aplauso espontáneo a unos chicos que
le escuchaban desde el césped y a los que se acercó para deleitar con una
improvisada charla sobre Shakespeare y los griegos.
El resto del día lo
pasamos con relativa calma, visitando por última vez las casetas de la feria,
comprando los libros que nos quedaban y despidiéndonos de ella hasta el año que
viene.
Y esta ha sido nuestra
experiencia en la feria del libro de Madrid 2013.
Esperamos que os haya
gustado y que si os habéis reído, haya sido con nosotras y no de nosotras. En
cualquier caso, aceptaremos vuestros comentarios.
¡Hasta la próxima!