Visitantes del blog,
hoy inauguro la sección de Reseñas con un clásico de la
literatura universal: "Emma" de Jane Austen. Supongo que todos,
aunque sea de oídas, sabréis quién es Jane Austen.
Fue una escritora
inglesa que vivió y escribió entre los 1700 y los 1800 (se entiende que a
finales del 1700 y a principios del 1800) y aunque escribió pocas obras, es
mundialmente conocida.
"Emma" nos narra la vida de Emma Woodhouse, la protagonista, que
es una joven de 21 años que reúne todas las cualidades más deseables para una
jovencita: belleza, inteligencia, ingenio, simpatía y además, cuenta con una
gran fortuna y una posición más que envidiable en la pequeña sociedad inglesa
de Highbury. No obstante, la característica más importante de Emma es su desbordante
imaginación, la cual, es empleada por su dueña constantemente en su incansable
búsqueda del amor; pero no para ella, sino para sus amigos íntimos, a los que
se dedica a emparejar del modo más conveniente.
Tras haber triunfado
con el matrimonio que organizó para la que fue su institutriz de niña, Emma se
prepara para buscar el mejor marido para su nueva amiga/protegida Harriet, una
muchacha recién llegada a Highbury y de orígenes desconocidos. No tarda en
encontrar un partido perfecto para ella, así que Emma se lanza al ataque,
usando su magia de casamentera. No obstante, las cosas están empezando a
cambiar y nuevos personajes están llegando a Highbury para alterar la pacífica
y perfecta existencia de Emma que comienza a plantearse la influencia excesiva
que sus ideas preconcebidas tienen sobre la ingenua Harriet, llegando incluso a
replantearse sus propios planes de futuro.
Pinta bien ¿eh?
Antes de seguir
debería decir que AHORA comienza la parte de la reseña más subjetiva y que esta
es mi opinión, en ningún caso es la realidad, pero es lo que a mí me pareció
después de leerlo.
El libro me gustó como
todos los de Jane Austen, quizás sea el que menos me ha gustado de todos los
que ha escrito, pero no ha sido porque la trama no sea interesante ¡al
contrario! Es uno de los pocos libros de Austen que me tuvo confundida hasta el
final y está narrado de forma impecable como los demás.
El problema ha sido
que... ¡No soportaba a Emma Woodhouse!
Cuando empecé a leer
este libro esperaba una protagonista del tipo Austen y acostumbrada como estaba
a mentes ingeniosas y maduras como la de Elizabeth Bennet o a almas caritativas
y bondadosas como la de Fanny Price, me encontré con la egocéntrica y
superficial Miss Woodhouse y me horrorizó. No es el prototipo de heroína Austen,
y en parte es debido a su posición social y aunque supongo que sus maneras y su
actitud para con los demás es un fiel reflejo de lo que debía ser la sociedad
inglesa de aquella época, no es un personaje con el que resulte fácil
empatizar.
Se trata de una chica
con una vida acomodada y que, por tanto, carece de preocupaciones. A su corta
edad, es la señora indiscutible de Hartfield, su casa, pues su madre y su
hermana mayor ya no están. Así que está más que acostumbrada (y encantada) de
mandar y organizar a todo el mundo. Motivo por el cual, creo yo, su pasatiempo
preferido es dedicarse a emparejar a sus amigos. El problema es que tiene muy
claro que las personas deben relacionarse sólo con aquellas de una posición
parecida a la suya, por tanto a la hora de emparejar a la gente no lo hace
pensando en el amor verdadero (¡ni muchísimo menos!) sino en los beneficios a
nivel social que pueden reportar dichos matrimonios para uno y para otro.
Jane Austen no es que
sea muy romántica, a pesar de todo. Si lees con atención sus obras, escribe
sobre el amor, pero apenas usa esa palabra. Ella lo llama "afecto" y
en este caso, deja más claro que nunca que la posición que se obtiene de una
boda puede ser casi lo más importante. Y Emma se muestra tan fría a la hora de
tratar a las personas que no considera de su posición, aún cuando siempre se
muestra cordial y amable. No es difícil imaginársela mirando a todo el mundo
por encima del hombro cuando escuchas sus pensamientos. Incluso está convencida
de permanecer soltera porque en el horizonte de Highbury no considera que
ningún hombre esté a su altura debido a su fortuna y clase social.
Uno de los mejores
personajes de este libro, en mi opinión, es Mr. Knightley, cuñado de Emma, y el
único de todo el libro que no se deja engañar por su fachada de amable
anfitriona y que la obliga a reflexionar sobre sus errores e ideas frívolas
sobre las relaciones. Siempre intenta
avisarla de las consecuencias que pueden tener sus jueguecitos como casamentera
y no se deja encandilar por las palabras convenientemente pensadas para agradar
que Emma utiliza con todos los demás.
Mientras leía el
libro, mi mente (imaginativa, creativa, etc.) a veces comparaba el libro con
una de esas películas de instituto americano. Indudablemente, Emma sería la
típica chica popular que siempre usa ropa de marca, va a todas partes en
descapotable y manda más en el instituto que el propio director porque su papá
ha financiado la piscina climatizada y el nuevo auditorio. Envidiada por todas,
deseada por todos (o eso se piensa ella).
Knightley sería el
estudiante de último curso que va de pasota por el instituto, con su chupa de
cuero y montando una moto, se burla de los niños pijos y lo único que le
preocupa es sacar adelante su grupo de heavy. En ningún caso se dejaría
impresionar por la chica popular.
Veamos... ¿Quién más
estaría presente en el Highbury High School?
Las Bates, que serían
las seguidoras incondicionales de Woodhouse. Dos animadoras que mueven los
pompones y corean el nombre de su capitana: "¡Dame una E! ¡Dame una M!..."
Y luego está ¡Harriet
Smith! La chica nueva que llega al instituto desde el campo y que es tomada
bajo la protección de la chica más popular para moldearla a su imagen y
semejanza, como si se tratara de una encantadora obre benéfica. Su "Best
friend", al menos hasta que la chica empiece a llamar demasiado la
atención por sí misma, claro.
A la buena Mrs. Weston
le veo más como la tutora responsable que intenta inculcar algo de sensatez en
la cabecita loca de la protagonista.
Finalmente, como toda
comedia de instituto que se precie, faltan dos personajes imprescindibles: el
chico encantador y popular y la gran rival. Y yo diría que sendos papeles
estarían encarnados respetivamente por Mr. Frank Churchill y Miss Jane Fairfax.
Frank es el chico que
aparece, muy guapo y encantador, se lleva a todas las chicas de calle y ¡cómo
no! La protagonista pone sus ojazos en él desde el primer momento. Mientras que
Jane, la gran rival, es la chica que teniendo un carácter totalmente opuesto al
de la protagonista consigue hacerse igualmente popular entre el resto de
estudiantes y le acaba dando con un palmo de narices a la chica guay. A todos
se nos viene a la cabeza la típica escena del baile de fin de curso en el que
las dos están nominadas como reina de las mariquitas o la princesa de los
algodones y en un momento de emoción intensa e insoportable, la rival gana y
recibe aplausos y ovaciones mientras a la popular se le rompe el vestido al
bajar corriendo del escenario.
Lo cual me lleva a
presentar a mi personaje favorito del
libro (algo que haré en todas mis reseñas) y ése es:
¡Sí! Porque, a pesar
de soportar algo que, ahora podría considerarse como un inocente intento de
bullyng por parte de la protagonista y estar en una situación muy complicada
(que descubriréis si leéis el libro), se mantiene firme demostrando carácter y unos
sentimientos reales, sinceros y claros.
Y poco más puedo decir
de este libro sin entrar a desvelar datos importantes del argumento. He intentado
dar mi opinión y hablar de la mayoría de los personajes de forma que pudiera
daros una idea de su papel, pero sin destripar nada de lo que les sucede.
Aunque os parezca
extraño, ahora y siempre os recomendaré éste o cualquiera de los libros de Jane
Austen (Bueno, puede que éste un poco menos...) porque dejando a un lado a sus
protagonistas, todas son grandes historias en las que, a falta de tramas llenas
de acción o enrevesados misterios, están repletas de encantadoras relaciones
humanas de todo tipo, de gran ternura y retratadas con un lujo de detalles que
a veces te parece estar allí viviéndolo con ellos. Y personajes que, de un modo
u otro, resultan inolvidables.
Espero que os haya
gustado mi primera reseña y ya sabéis, cualquier cosa que queráis añadir o
rebatir, siempre desde el respeto, será bienvenida desde un comentario.
¡Nos vemos en la
próxima reseña!
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